En primavera las flores nos alegran el día y nos hacen sentir que siempre hay esperanza. Quise fotografiar algunas de las flores de mi pequeño jardín, pues como vivo en departamento, es muy difícil tenerlas. Lo interesante es que dos de ellas son enredaderas y se han extendido hacia afuera del balcón casi como un grito de auxilio entre el encierro que ofrece la ciudad.
La mayoría de ellas las fui recolectando de a poco, patillas furtivas plantadas a paciencia de esperar su florecimiento. Los dos cardenales que salen del balcón ya no existen en su tierra original, fueron arrancados, yo tengo a los sobrevivientes. Uno de ellos es rosado con blanco y el otro es un cardenal rojo doble, bastante bello (cardenal enredadera).
Otra de las flores me la regalo mi amiga Bea (foto abajo) Esta planta florece sólo una vez al año, por lo tanto, sus hermosas flores son todo un regalo que hay que aprovechar.
Finalmente, hace poco floreció el cactus que tengo. Esta flor puede demorarse dos años en florecer y dura solamente dos días. En las fotos está el botón y luego como amaneció al otro día:
Ahora solo me resta disfrutar de este pequeño espacio verde en medio del caos de la ciudad.
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